La comunidad de León, La Magdalena, está en pie de guerra ante el párroco del pueblo, después de un suceso un tanto inaudito en la iglesia del pueblo. El cura, según se relata en el comunicado, impidió a dos personas dedicar unas palabras a su amigo. Los motivos del cura no han trascendido, pero desde la otra parte no se han quedado de brazos cruzados. Han puesto en marcha una iniciativa en Change.org para solicitar la destitución del padre.
Su comunicado responsabiliza directamente al párroco afirmando que este ha cometido "actos que atentan contra la moral y el respeto de los presentes, en un homenaje y despedida a nuestro amigo". Por ese motivo, han iniciado una campaña para que "el párroco sea inmediatamente destituido de la iglesia de La Magdalena".
Los hechos transcurrieron de la siguiente forma: dos personas se disponían a dedicar unas palabras para su recién amigo de 24 años tras un accidente de tráfico. Para sorpresa de los presentes, el cura decidió no darle las palabras. Ambos afirman que sólo iban a dedicar una despedida a su amigo y, aunque no ha trascendido tampoco la identidad, ambos serían muy cercanos a la figura del difunto.

"El respeto y la empatía, por encima de cualquier religión"
La sentencia del comunicado emitido por los damnificados en este asunto tampoco ha sido menos dura. Exponen como solución "la recogida masiva de firmas que nos ayuden a llevar esta petición al Obispado, y que sus actos no queden en el olvido". De momento, ni el Obispado ni ningún representante del clero de León se ha pronunciado sobre el caso.
"La humanidad, el respeto y la empatía deberían estar por encima de cualquier religión", han sentenciado. Suele ser habitual que personas allegadas a un difunto tomen la palabra en un funeral, pero en esta ocasión, el cura de La Magdalena decidió que no. De momento, van 1.300 firmas.
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